A principios del pasado mes de marzo, teníamos previsto publicar un artículo titulado Los 3 Grandes Retos del Sector Farmacéutico en España, donde abordábamos aspectos tan esenciales como las actividades de I+D, la optimización de los procesos productivos y la gestión de la calidad de los productos fabricados.
Hoy, nos encontramos leyendo las conclusiones expuestas por el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, en el coloquio organizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), sobre los desafíos que ha supuesto para la industria farmacéutica asentada en España el hacer frente a la pandemia ocasionada por el coronavirus.
«A día de hoy, es difícil predecir cómo evolucionarán las lógicas de nuestro sistema de vida y en las que, obviamente, se incluyen las dinámicas del mercado laboral»
Por ello, desde Comaq Casol nos gustaría hacer una reflexión personal sobre qué ha supuesto para nuestro equipo la gestión de esta pandemia. Y cuando hablamos de equipo, nos referimos a nuestros colaboradores internos y externos. En cierto modo, nos sentimos con la necesidad de reflexionar sobre el impacto de la Covid-19 en nuestras vidas, más allá del ámbito estrictamente profesional.
Por una parte, observamos cómo la crisis sanitaria ha generado una crisis laboral sin precedentes. Empresas de todos los sectores se han visto amenazadas encontrando, como única salida, el despido masivo de personas empleadas o directamente cerrando los negocios. Dicha situación ha generado una crisis social tan traumática que, a día de hoy, es difícil predecir cómo evolucionarán las lógicas de nuestro sistema de vida y en las que, obviamente, se incluyen las dinámicas del mercado laboral.
«Aparece la necesidad de adaptarse a una nueva realidad»
Resulta oportuno, pues, ser muy honestos y reconocer que la crisis económica a la que nos enfrentamos en la totalidad del estado español tardará años en recomponerse. Aunque algunas empresas han conseguido gestionar la crisis sanitaria y económica con éxito, es indudable que se enfrentan a retos muy importantes. En primer lugar, aparece la necesidad de adaptarse a una nueva realidad. Si la gestión del cambio suele ser una experiencia traumática en situaciones “normales”, podemos imaginar que, tras la experiencia vivida, resulta una tarea titánica: las empresas son organizaciones de personas que, de algún modo u otro, han recibido el impacto de la crisis.
También es importante reconocer que si nos sentimos vulnerables es porque somos vulnerables. Abrazar nuestra vulnerabilidad nos permite fluir mejor y encontrar nuevas oportunidades. En este sentido, aunque actualmente nos enfrentamos a unas condiciones de mercado extremadamente volátiles e inciertas, esto no significa que no sean positivas. Muchas compañías desaparecerán en el intento de encontrar nuevas oportunidades de negocio, pero otras lograrán salir reforzadas de esta búsqueda. Se perderán muchos empleos, pero nuevas formas de trabajo resurgirán.
«Apostamos por un liderazgo transversal que nos ayude a gestionar el cambio en un sentido que nos permita prosperar como organización»
A nivel psicológico, es importante reconocer que las circunstancias que hemos habitado durante estos meses nos han forzado a una pérdida de lo que ya no está o lo que ya no va a estar más: relaciones vinculares (personales y laborales), salud, modos de vida, lugares de residencia o propósitos de futuro. Es humanamente comprensible sentirnos en shock o desconcertados. Forma parte de cualquier proceso de duelo.
Hoy, tener el factor humano en cuenta es más importante que nunca para el éxito de una compañía. Por todo ello, desde Comaq Casol, apostamos por un liderazgo transversal que nos ayude a gestionar el cambio en un sentido que nos permita prosperar como organización. Un liderazgo transversal entendido como la capacidad que tiene cada miembro de la organización para gestionar su rol en la empresa de una manera beneficiosa para sí misma y para toda la empresa al mismo tiempo. Nos atrevemos a empezar a hablar, no tanto de empleados, sino de colaboradores. Y, por supuesto, no tenemos dudas al utilizar la palabra “equipo”.
Desde mi posición como director general, debo tomar decisiones todos los días. Algunas de ellas muy difíciles. No obstante, estoy convencido de que dotar a mi equipo de las herramientas y las capacidades necesarias para tomar decisiones de manera autónoma ayuda a que toda la organización avance en la dirección adecuada. La confianza en los demás es una forma de reconocimiento, quizás una de las más importantes.
En este sentido, el teletrabajo se mencionaba como una forma válida de trabajar antes de la pandemia. Y ya ha quedado claro, tanto por iniciativa privada como por la parte legislativa, que ha llegado para quedarse. Creemos que la flexibilidad laboral entendida como un formato híbrido entre el teletrabajo y el trabajo presencial es el futuro de las organizaciones. Una manera de mezclar lo mejor de ambas formas de desempeñar nuestras funciones laborales.
Y ya para acabar, cerramos esta reflexión con una noticia muy positiva. Como recoge la Memoria de Farmaindustria, aprobada por su Asamblea General Ordinaria, la industria farmacéutica sigue liderando la I+D española. Pensamos que se plantean nuevas oportunidades para el desarrollo de nuestros negocios, por lo que seguimos siendo optimistas, a pesar de todo.
Hablaremos de ello en un nuevo artículo que ya estamos preparando.
Sigamos conectados.
Gerard Carrasco. CEO Comaq Casol